jueves, 16 de octubre de 2008





(Conversación en el trabajo)
- Juani,¿has visto el entierro del Carrasco? - pregunta Queta.
-¿Qué Carrasco?
-¿No te has enterado?¡Ha muerto Pedro Carrasco!
-¿Cuando? - pregunto sorprendida - ¡No he escuchado nada!
-Se lo encontró su mujer muerto el sabado.
-¡Qué pena, con lo unidos que se les veía! - dije yo - ¡Era joven todavía!
-¡Más joven era mi marido, que solo tenía 46 años cuando se me fué! - contestó Queta -¡Nadie puede saber lo que se siente en un momento así, si no lo ha vivido antes!
Y Queta empezó a recordar...
- Estabamos todos en la mesa cenando, él me miró y me dijo...
- Nena, ¡me estoy mareando!- Y su cabeza cayó en el plato...
Pensé que se había desmayado...y corrí a su vera cuando su cuerpo empezó a vencerse hacía un lado...Mi hija mayor que es enfermera, lo tendió en el suelo y empezó a darle los primeros auxilios mientras que, mi segunda hija llamaba a la ambulancia y la policia...Yo trataba de tranquilizar a la pequeña, que sufría un ataque de nervios, sin darme cuenta de la gravedad de lo que estaba pasando...La policia llegó primero y un agente le puso una pastilla debajo de la lengua, pero seguía sin reaccionar...Me arrodillé a su lado llamandole, sacudiendole el hombro y entonces abrió los ojos desorbitadamente...Me miró incorporandose del suelo, me agarró de los brazos tan fuertemente que creí que me los atravesaba con sus dedos y volvió a caerse hacía atrás...
(Un suspiro mientras las lagrimas empiezan a correr por su cara).
-Entonces llegó la ambulancia...Antes de que me diera cuenta, ibamos camino de Son Dureta, saltandonos semáforos y direciones prohibidas entre el sonido ululante de la sirena...Cuando bajé de la ambulancia, ya no ví a mi marido...Durante 30 interminables minutos, nadie me dió noticias de lo que estaba pasando...Cansada y desesperada ya de esperar, entré a los boxes de urgencias y...fué cuando empecé a comprender lo que pasaba...Ví a mi marido desnudo en una camilla, rodeado de médicos que se afanaban en devolver a su corazón un hálito de vida y, por las expresiones de sus caras, ví que no lo conseguirian...
- Mi marido se moría...Mi compañero durante tantos años me dejaba y no podía hacer nada para recuperarlo...Grité de angustia y los médicos me miraron, uno de ellos me sacó de allí y me puso un sedante...Todo empezó a transcurrir como en una nebulosa, me parecía estar flotando fuera de mi cuerpo...¡Esto no me estaba ocurriendo a mí, imposible!
(Silencio, carraspeo y más lagrimas)
- Mi casa permaneció con las puertas abiertas durante tres días, que fué lo que tardaron en enterrarle...Tres días durante los cuales, no cesaron las visitas y las muestras de dolor y apoyo por los amigos y vecinos...Los dos años siguientes, los pasé encerrada en mi casa, no quería salir, ni ver a nadie...No me importaba nada, ni siquiera me preocupaba por mis hijas...Las dos mayores dejaron de estudiar para atenderme a mí y a mi pequeña, que estuvo en manos de una psicologa durante 5 años, odiando a su padre por habernos dejado...Aún hoy, despues de 10 años, no podemos hablar de él en su presencia...El tercer año, lo pasé enfadada con Dios...¿Por qué me había hecho esto? ¿Por que me quitó a mi amigo, a mi marido, a mi amante, al padre de mis hijas? En mis oraciones, solo había reproches.
(Un silencio...)
- Una tarde, una amiga me llamó y me habló de una mujer de color que, buscaba a una persona a quien dejarle su bebé de 5 meses porque no podía atenderle. Me preguntó que si me interesaba...Le dije que no, que no quería responsabilidades, que no atendía a las que ya tenía, que quería seguir sola y le colgué...Pero durante los dos días siguientes, su proposición no paró de dar vueltas en mi cabeza...¿Y si Dios, con este niño, me quería devolver parte de lo que me quitó? Tras pensarmelo mucho, me decidí y la llamé, aceptando la proposición...Arreglamos una serie de documentos con la madre y a mis 46 años, empecé denuevo con pañales y biberones...A los dos meses de adoptarle, me ofrecieron este trabajo...¡Ya no tuve tiempo para pensar en lo que me había ocurrido!
Pero las noches siguen siendo muy largas, interminables...Muchas veces, abro el armario y veo su ropa colgada, la huelo y le siento a mi lado...Llorando, me sigo abrazando a la manga de su traje recordando tantas cosas
Lagrimas de las dos)
J.M.F

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